jueves, 18 de noviembre de 2010
SONETO 1 Por Luis G Urbina
Invocación
La noche duerme y el abismo calla.
Y yo en la soledad en que me pierdo,
busco, con linterna del recuerdo,
los despojos del campo de batalla.
Te invoco, en tanto, padre; porque fuiste,
en los nublados de la edad, estrella
-la de los Reyes magos-para aquella
generación desorientada y triste.
¡Época de deleite y desventura;
ningún consuelo alivia su amargura;
ningún sedante sus delirios palia!
Y pasaste, vestido de blancura,
como un Cristo de luz y de ternura,
mitigando el dolor de la faunalia.
Como amaneció hoy Sr. Manuel Augusto?
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