domingo, 19 de julio de 2009

ESCUADRÓN 201

Hablar del escuadrón 201, es recordar no una mancha en el gran mosaico de la Segunda Guerra Mundial; sino una muestra de determinación y arrojo, contrario a lo que se cree muy difícilmente un solo hecho determina una guerra, la bomba atómica no acabó por si sola la guerra en el pacifico, de hecho se necesito una propaganda altamente eficaz contra los nipones, en donde se les reiteró que existían muchas bombas, para convencerlos de ello fue necesario lanzar una segunda bomba días más tarde. En cambio una serie de hechos bien orquestados si cambian una guera. Esto es muy claro para todos aquellos que son fanáticos del ajedrez o de los juegos de estrategia, en donde un error y varios aciertos del oponente pueden quitar o dar la victoria, por tanto todos los sucesos son fundamentales.

Alemania perdió la guerra por la ineficiencia de Hitler al pelar con los aliados y tomar decisiones precipitadas y viscerales, por abrir un segundo frente en el este, por la efectividad de los aliados al atacar y sobre todo por la determinación de los aliados contra una Alemania ya muy desmoralizada.

Japón perdió la guerra desde el momento en que bombardearon Perl Harbor; en la batalla en las islas Salomón y Guadalcanal los japoneses ya no pudieron avanzar, sin embargo no cedían terreno e intentaron por todos los medios detener a los estadounidenses, incluso los Kamikaze hundieron un portaviones y otros fueron severamente daños, en algunas islas los aviones caza fueron insuficientes, es aquí donde escuadrones como el 201 entraron en combate; en resumen Japón perdió la guerra porque fue bombardeado, por tierra, agua, aire y en su moral y determinación.

Recuerdo que yo no me enteré del escuadrón 201 hasta que era un adolescente, en la escuela cuando estudiamos la Segunda Guerra Mundial, el profesor de Historia nos comentó del escuadrón como un punto o una coma al final de un capítulo, durante mucho tiempo intente recavar información, el internet me dio más libertad de busqueda, pero no la suficiente, finalmente el reconocimiento del escuadrón en el extranjero y la promesa de un museo me abrieron muchas puertas a la información del mencionado escuadrón.

Los antecedentes son claros, México se mantuvo neutral durante el inicio del conflicto (recordemos que asi lo dicta la doctrina Estrada), México rompió sus relaciones diplomáticas con Japón el 8 de diciembre de 1941 (el mismo día en que lo hizo Estados Unidos) y, tres días más tarde, con Italia y Alemania.

Tras el hundimiento del Potrero de Llano el 13 de mayo y Faja de Oro el 20 del mismo mes, barcos petroleros con bandera mexicana que navegaban al sur de florida, y que fueron hundidos en aguas del Golfo de México (según dice la Historia por submarinos alemanes, aunque no me sorprendería si fueron los mismos estadounidenses), el 22 de mayo de 1942 el Congreso mexicano declaró la guerra contra Alemania, Italia y Japón, decisión ratificada el 1º de junio por el gobierno presidido por Manuel Ávila Camacho, durante una transmisión de radio. En septiembre de 1942 fue nombrado secretario (ministro) de Defensa Nacional el general y ex presidente Lázaro Cárdenas. Fue así que empezaron su adiestramiento de jóvenes seleccionados y voluntarios, posteriormente fueron enviados a la Base Randolph en Texas E. U. para continuar con el adiestramiento, que incluyó clases de ingles, aunque posteriormente a los estadounidenses les serviría el español de los mexicanos en Filipinas.

Asi los 290 miembros del escuadrón (233 pilotos), terminaron su entrenamiento en mayo de 1945, demasiado tarde para pelear con la derrotada Alemania, por lo que se decidió que fueron enviados al pacífico.
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Mientras tanto, fueron torpedeados otros cinco barcos entre ellos el carguero Las chopas, el Oaxaca y el Amatlán.

Al mando de la Fuerza Aérea Mexicana, estaban el general Antonio Cárdenas Rodríguez “el charro” y como jefe del escuadrón el capitán Praxides Gaxiola, su destino fue, desde mayo hasta agosto de 1945, la base de Filipinas. Luchó por vez primera el 1 de junio de ese año, durante la fase final de las denominadas campañas del Pacífico, concretamente en los combates que tuvieron lugar en el valle del río Grande de Cagayán, situado en la isla filipina de Luzón. Posteriormente, y hasta su retorno, participó en la ofensiva aliada definitiva, llevando a cabo siete vuelos sobre la isla de Formosa (en la actualidad, Taiwan). El Escuadrón 201 regresó a México el 18 de noviembre de ese año, con tan sólo siete bajas.