miércoles, 24 de junio de 2009

SI NO QUIERO VOTAR, NO TENGO DERECHO A RECLAMAR


La palabra democracia viene del griego Demos, puebo y kratein, gobernar, es un sistema polìtico, por el que el pueblo de un Estado ejerce su soberanìa mediante cualquier forma de gobierno que haya decidido establecer. En las democracias modernas, la autoridad suprema la ejercen en su mayor parte los representantes elegidos por sufragio popular en reconocimiento de la soberanìa nacional.

La esencia del sitema democràtico supone, pues, la participaciòn de la poblaciòn en el nombramiento de representantes para el ejercicio de los poderes ejecutivo y legislativo del Estado, independientemente de que èste se rija por un règimen monàrquico o republicano.

Ahora bien nosotros somos pèsimos a la hora de escoger a nuestros gobernantes; y no conformes con eso les echamos la culpa a los polìticos de nuestros males, hasta del foco de la cocina que se fundiò.

Veamos esto en un ejemplo muy claro, imaginemos que dejamos las llaves pegadas de un BMW en una calle obscura y viene un ladròn y se lo lleva ¿Quien es el verdadero culpable el ladròn, o nosotros que nos descuidamos o el ladròn? Si nosotros hubiesemos dejado el coche cerrado y sin llaves, quizàs el ladròn se hubiese desmoralizado y se hubiese ido a buscar otro màs ingenuo.

Un ejemplo màs claro de esto sucediò por allà de 1847 cuando los gringos nos invadieron, en ese entonces Mèxico estaba conformado por 19 estados, de esos 19 solo 9 se enfrentaron al invasor, a los otros 10 les valiò gorro; resultado Mèxico perdiò la mitad de su territorio, y para colmo dentro de esos estados, se encontraba lo que serìa la mayor fuente de riqueza para los estadounidenses, California y Texas (aunque Texas se independizò 11 años antes, aunque algunos historiadores dicen que no, esta discusiòn la dejarè para màs adelante).

¿Què hicimos los mexicanos? CULPAMOS AL EXPRESIDENTE SANTA ANNA ALEGANDO UNA SUPUESTA VENTA DE TEXAS, que si bien no fue una blnaca paloma, si fue inocente de esa supuesta venta, Santa Anna solo vendiò, La Mesilla, un territorio ìnfimo, que sirvio para establecer las fronteras entre Estados Unidos y Mèxico.

Si los mexicanos, no maduramos y le seguimos echando la culpa de nuestros males a nuestros gobernantes, estamos condenados, ya no a perder territorio sino a perder verdaderamente lo poco que tenemos.

Lo que debemos hacer es investigar por nosotros mismos y con fuentes confiables todo sobre los gobernantes por los que vamos a votar, y
no estar pensando si me va a beneficiar a mi, SI NO SI VA A BENEFICIAR A MÈXICO, AÙN A COSTA DE UN GRAN SACRIFICIO PERSONAL, debemos ademàs votar por el candidato que consideremos le conviene a Mèxico, o ya de perdida votar por el menos peor, porque entonces podremos no solo quejarnos, sino hasta reclamar en la instancia adecuada, y si no voto porque pienso que todos son iguales (hablo de los bocones que se quejan y no van pero ni a anular su voto). No tengo derecho a decir pio.

Cambiemos a Mèxico, pero hagàmoslo en serio, vayamos a la casilla a votar, o a cancelar el voto, pero vayamos a manifestarnos. Cumplamos con nuestro derecho y obligaciòn de mexicanos.